Muchas gracias desde, no solo la ultima seccion (la 14), sino desde los mismisimos faroles de la Cruz de Guia. Que Nuestra Señora de los Dolores y Nuestro Cristo de la Clemencia te acompañen y protejan siempre.
Hay lugares que simplemente son sagrados. Los ves y ¡caray!, ya sabes, te quedas sin aliento. Básicamente son piedra, acero y pintura y aún así... Encarnan tanta verdad, coraje, decencia.
Esta imagen que vuela fugitiva de un lado a otro del paisaje encarna para mi, sin duda, uno de los puentes de sueños, excelencia y dominio pero, sobretodo, de humanidad (y me gustan los puentes, eh :)).
Acercarse un instante a la estructura de piedra, sentarse silenciosa o escandalosamente justo debajo observando al abuelo pensativo (¿acaso vive cerca de aquí?¿amó a alguien en ese puente?, ¿perdió a alguien en ese puente?), al niño pasota, al paseante totalmente reprimido, al soñador, al que se deja llevar... Todos los tópicos se reúnen cada atardecer y es bonito... E interpretar una alegría tan extraña puede llevarte algún día a recordar lo buena que es la gente en el fondo. Porque si crees en esa magia, la puedes llevar contigo cuando vuelves al mundo cruel- y así recordar lo agradable que es la auténtica alegría de esa emoción.
2 comentarios:
Muchas gracias desde, no solo la ultima seccion (la 14), sino desde los mismisimos faroles de la Cruz de Guia. Que Nuestra Señora de los Dolores y Nuestro Cristo de la Clemencia te acompañen y protejan siempre.
Hay lugares que simplemente son sagrados. Los ves y ¡caray!, ya sabes, te quedas sin aliento. Básicamente son piedra, acero y pintura y aún así... Encarnan tanta verdad, coraje, decencia.
Esta imagen que vuela fugitiva de un lado a otro del paisaje encarna para mi, sin duda, uno de los puentes de sueños, excelencia y dominio pero, sobretodo, de humanidad (y me gustan los puentes, eh :)).
Acercarse un instante a la estructura de piedra, sentarse silenciosa o escandalosamente justo debajo observando al abuelo pensativo (¿acaso vive cerca de aquí?¿amó a alguien en ese puente?, ¿perdió a alguien en ese puente?), al niño pasota, al paseante totalmente reprimido, al soñador, al que se deja llevar... Todos los tópicos se reúnen cada atardecer y es bonito... E interpretar una alegría tan extraña puede llevarte algún día a recordar lo buena que es la gente en el fondo. Porque si crees en esa magia, la puedes llevar contigo cuando vuelves al mundo cruel- y así recordar lo agradable que es la auténtica alegría de esa emoción.
Wally
Publicar un comentario